Odio que la gente me haga esta pregunta. ¿De verdad se esperan que dé una respuesta? Vale, están esperando escuchar los objetivos que me he fijado, si soy realista o soñadora, si tengo grandes aspiraciones o por el contrato tengo un carácter más conformista.
Creedme, tengo mis objetivos, mis metas y un horizonte temporal planteado para conseguirlas, pero, sinceramente… me encanta vivir sin saber donde estaré dentro de dos o cinco años. Hay personas a las que esto les horroriza, buscan un contrato fijo que les permita firmar una hipoteca y, con ella, atarse a unas costumbres y a la necesidad de dar cuenta todos los meses al banco. Lo respeto, pero… ¿No es mucho más interesante pedir ese préstamo para otras cosas? Por ejemplo, para implantar tu propio plan empresarial (claro, si tienes la suerte de que el banco te abra sus puertas).
Este país, de lo que realmente tiene déficit, es de personas creativas y emprendedoras. El tejido empresarial español está formado por pequeñas y medianas empresas… pero no, las personas seguimos prefiriendo un puesto en una empresa que responda ante las deudas y ante los problemas: no queremos correr riesgos, pero… ¿qué pasa cuando pensabas que no corrías ningún riesgo trabajando de 8 a 3 y de repente te despiden? Entonces la culpa es de los bancos, los grandes directivos y el gobierno (con esto no me meto a decir que eso sea verdad o mentira).
Como ya habréis podido intuir, con este post quiero inaugurar una nueva categoría de entradas en MiDiminutoJardín: “NO TODO ES JARDÍN”. A través de esta nueva categoría buscaré hacer mis propios comentarios protesta, porque a veces una también necesita revelarse contra el mundo. Y con esto dicho, continuo…
Es duro, muy duro, la realidad que estamos viviendo en España. Pero no sé si todas las personas sabemos enfrentarnos a la realidad. En este caso no estoy hablando de aquellas familias que tienen auténticos dramas, pero… si de otras muchas personas que se acomodaron en sus puestos de trabajo, dejaron pasar el tiempo, no quisieron correr riesgos y ahora están «fuera de mercado».
Por favor, VAMOS A DEJAR DE QUEJARNOS Y PONGAMOS REMEDIO. Las épocas de crisis nos ayudan a entender cosas como: ¿De qué somos capaces? ¿Qué podemos aprender? Y, sobre todo los jóvenes, tenemos dos opciones: luchar o esperar a que pase. Yo voto por lo primero y ¿por qué? Es muy sencillo, yo aplico algo tan fácil como la teoría de la especies de Darwin: o te amoldas o no sobrevivirás.
Entonces, ¿de qué sirve quejarse? Haz algo, amóldate a la necesidades del mercado, busca tu inspiración y a comerse el mundo. El sigue estando ahí por ti, pero ahora todo es más complicado. ¡Eso a las personas jóvenes tendría que motivarnos más que desanimarnos!
Es por todo esto por lo que yo, personalmente, no sé lo que estaré haciendo dentro de unos años, ya que actualmente estoy en pleno proceso de flexibilización para que, como decía Charles, la selección natural me elija a mí para sobrevivir. VALE YA DE QUEJAS, COMENCEMOS A ASIMILAR LA SITUACIÓN Y HACER ALGO VERDADERAMENTE PRÁCTICO PARA ARREGLARLO.
Y después de este rapapolvo… ¡Nos vemos en el jardín! Eso si, con algo más banal, que el ser humano también necesita de este tipo de cosas.